Un alfajor es una golosina tradicional que suele encontrarse en varios paises latinoamericanos. Se trata de dos tapas o galletas, unidas por un relleno dulce y cubiertas de chocolate o glasé.
Está emparentado con el al-hasú (literalmente, “el relleno”) que los árabes introducen en la península ibérica. Posteriormente, llega al nuevo continente de mano de los conquistadores españoles, adoptando distintas formas según la región. Por ejemplo, en la provincia de Córdoba (Argentina), se los rellena con dulce de leche o de frutas (membrillo, durazno, higos o pera). En la provincia de Santa Fé se elaboran con no menos de tres tapas hojaldradas unidas entre sí con abundante dulce de leche, cubiertas de glasé (batido de claras de huevo, azúcar impalpable y jugo de limón). En la región noroeste es posible encontrar unas galletas rellenas con gran cantidad de merengue blando saborizado con miel de caña.
Alfajor Santafesino
Por otra parte, están los alfajores industriales; esos que se compran en cualquier quiosco. En Argentina es posible elegir entre más 40 variedades; los hay rellenos de dulce de leche, mousse de chocolate o limón, marroc, pasta de maní, coco o merengue, entre otros manjares. Con tapas duras o blandas, crocantes o suaves, firmes o que se deshacen al dar el primer bocado. Cubiertos de chocolate con leche, amargo o blanco; glaseado o azúcar impalpable.
Recomendamos no pasar por este país sin probar el Havanna, oruindo de la ciudad de Mar del Plata. El clásico es el de chocolate: dos tapas rellenas de dulce de leche cremoso con baño de chocolate amargo. Se consiguen en las tiendas y cafés de Havanna.
Es los quioscos se encuentra uno muy parecido (algunos dicen que aún mas rico) , llamado El Cachafaz.
Havanna y El Cachafaz
Si pasas por Argentina, ya sabes por dónde comenzar a probar 🙂 ¡ Buen provecho!