Hay dos aspectos que llaman la atención tras pasar las imponentes puertas de Aire de Barcelona: una es la cuidada decoración y ambientación y la segunda es la increíble atención. No es algo que sorprenda, Aire es uno de los centros de spa y wellness más atractivos de Barcelona y tras una visita a sus instalaciones, puedo afirmar que es una experiencia increíble para todos los sentidos.

Un spa único en Barcelona
Una de las facetas que caracteriza a este pionero centro de wellness, es el recuperar la tradición ancestral del baño en edificios históricos y únicos. De hecho, Aire de Barcelona ocupa el área de un depósito de carne del antiguo Mercado del Borne, en un edificio que data del período románico. Dentro de los espacios del spa, se integran restos arqueológicos de dicho período, como por ejemplo un antiguo pozo de agua y bóvedas romanas.
Cada detalle ha sido cuidado de forma meticulosa para transportar al visitante a un sitio diferente y extraordinario, desde la tenue iluminación a las esencias que se respiran en el aire. El silencio y la tranquilidad son otros dos elementos que siempre están presentes en Aire, lo cual contribuye a un estado total de relajación.
Cómo visitar Aire de Barcelona
Para hacer una visita a Aire de Barcelona tan sólo hace falta llevar un bañador. Aún así, si no tienes uno, podrás solicitar uno sin coste adicional. Para que sea una experiencia sin esperas, es recomendable reservar tu visita y el tratamiento que quieras hacer con antelación.
Tras pasar recepción, el personal te guiará al vestuario. Allí te entregarán todo lo que necesitas para el tratamiento que hayas solicitado. En mi caso, fue la experiencia del Baño de Vino by ESDOR, así que en mi taquilla me esperaba un lujoso albornoz color vinotinto, una toalla y zapatillas de baño antiresbalantes.
Experiencia Baño de Vino by ESDOR

Este innovador tratamiento es una de las experiencias más singulares y únicas de Aire de Barcelona (y por descontado, una de las más originales que he experimentado). Este increíble ritual se realiza en una sala especial, decorada con un antiguo pozo veneciano de mármol blanco convertido en bañera (que data del siglo XVII) y por dos paneles con más de 1.500 botellas de vino, las cuales dan privacidad a la sala.
El ritual del baño de vino se divide en varias partes, pero la experiencia completa dura alrededor de 3 horas. La primera parte consiste en un baño de 30 minutos para un máximo de dos personas, aunque también se puede hacer de manera individual.
Se trata de una combinación de agua entre 36 y 38º C y un concentrado de vino extraído de la uva tinta de la Ribera del Duero. La fórmula de dicho concentrado, diseñada por Esdor, la marca cosmética de las Bodegas Matarromera, es rica en polifenoles y tiene un efecto antioxidante, tonificante y anti edad.

Tras 15 minutos de un baño íntimo, en donde se puede degustar una copa de vino, uvas o frutos secos, comienza la segunda parte del ritual, la cual consiste en un masaje craneal de 15 minutos que te llevará a un estado total de relajación. A continuación, el tratamiento continúa con un masaje de corporal con una duración de 45 minutos.
El masaje es aplicado con un aceite de pepita de uva de Esdor, la cual es rica en vitamina E y ácidos oléicos y linoléico. Aparte del bienestar y relax que aporta el masaje tras el baño, la ambientación de la segunda planta de Aire es un placer para los sentidos.
Circuito de baños termales
Tras una hora y cuarto de mimos, la experiencia continúa recorriendo el circuito de baños termales de Aire, el cual tiene una duración recomendada de 90 minutos. No hay un orden particular para hacer este circuito, sin embargo, lo que más me llamó la atención inicialmente fue el Tepidarium. Este baño de agua tibia a 36º fue perfecta para aclimatar el cuerpo.
Acto seguido, te recomiendo que pruebes el Caldarium, un baño de agua muy caliente a 41º, que se siente como si te arroparan de bienestar. Este circuito está diseñado para relajar pero también para estimular la circulación corporal, es por eso que conviene seguir con una inmersión en el Frigidarium, un baño a una temperatura de 15º con fuente de hielo, que creará una serie de sensaciones de contraste que tu cuerpo lo agradecerá. Si bien el primer momento sientes miles de diminutas cuchillas en el cuerpo, la sensación de vitalidad es inmediata.
Aire de Barcelona también posee un agradable hammam. Este baño de vapor está dotado con aceites esenciales con grandes propiedades curativas y desintoxicantes. Si sientes agobio, el espacio cuenta con una pequeña alberca individual de agua fría que permite darle un receso al cuerpo.
Aparte, encontrarás dos espacios adicionales en este circuito: el Baño de los Mil Chorros, para un exquisito masaje de burbujas y finalmente el Baño de Sal, cuya fuerte concentración salina te hará flotar como si estuvieses en el Mar Muerto. Recuerda que en todo momento, hay agua y té a tu disposición para que te hidrates adecuadamente, así como butacas para el descanso.
Sobre Aire Ancient Baths
Aire Ancient Baths es un referente mundial en centros de spa y wellness. Aire está presente en Sevilla, Barcelona, Nueva York, Vallromanes y Almería (y próximamente en Londres, París y Chicago). Si visitas Barcelona, no dejes de hacer esta experiencia. Entra aquí para más información sobre los tratamientos que ofrecen.
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