Cada ciudad tiene su sello, una huella digital que la identifica. San Sebastián debe su fama a su innegable belleza, a su urbanismo y buen gusto, su arquitectura, el aire refinado que se respira en su bahía y por supuesto al afamado Festival de Cine que lleva su nombre y que cada año la pone en el mapa mundial. Pero si hay algo que la define y le otorga reconocimiento en medio mundo, es el haber convertido la gastronomía en un arte.
Nada más y nada menos que tres restaurantes con tres estrellas Michelín (la calificación más alta posible) se encuentran en San Sebastián y sus alrededores, ellos son: Martín Berasategui, Arzak y Akelarre. Con dos estrellas, Mugartiz y otros tres, Kokotxa, Mirador de Ulía y Miramón Arbelaitz, siguen la estela con una estrella Michelín. En total suman 14 estrellas Michelín, convirtiendo a San Sebastián en una de las ciudades del mundo con mayor número de estrellas Michelín por metro cuadrado, más incluso que la mismísima París.
¿Pero qué condiciones debe reunir un restaurant para recibir tal reconocimiento? Aunque se trata de un criterio muy subjetivo, y a menudo criticado por críticos y hosteleros, se premia básicamente la calidad, la dedicación y la creatividad en la elaboración de los platos, que poco tiene que ver en sí con el lujo o el confort del establecimiento. La Guía Michelín se ha convertido en todo un referente de prestigio en el sector y es por eso que una mención ya garantiza un sitio en el Olimpo de la gastronomía.
La fama de San Sebastián en el ámbito de la buena cocina es tal, que incluso cuenta con su propia facultad de Gastronomía. Se trata del Basque Culinary Center, una nueva institución (abrió sus puertas en 2009) dependiente de la Universidad de Mondragón que se especializa en formar a profesionales en las artes culinarias. Ofrece títulos de grado en gastronomía, así como un Máster en gestión de restaurantes y cursos para interesados en el tema.
Bien se sabe que este tipo de cocina no complace mucho (o en absoluto) al bolsillo, pero por otro lado eleva la calidad gastronómica de la ciudad y contribuye en buena parte al desarrollo e interés que genera San Sebastián como foco turístico en el norte de España, ciudad que además cuenta con una excelente variedad de alojamientos. Aún así, existen iniciativas interesantes, como visitas guiadas por los sabores de San Sebastián, que con precios mucho más asequibles, acercan al visitante a la exquisita experiencia del pintxo con una calidad igualmente extraordinaria. Aunque también es perfectamente válido ¿por qué no? crear nuestra propia ruta y seguir nuestro instinto culinario.
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