Hace poco más de un año conocí a Flavio Bastos a través de una amiga en común. Él vive en Lisboa y yo en Barcelona, y aún no hemos tenido la oportunidad de conocernos en persona, pero estamos en constante comunicación sobre mis proyectos y los suyos. Desde hace ya un buen tiempo «anda» literalmente revolucionando unas cuantas ciudades con su proyecto que bien pudiera definirse como «ando»…empezó con Lisboando.com, luego Oportoando.com y recientemente Newyorkando.com. Él insiste con la manía de seguir creando webs informativas de mis ciudades favoritas, el día que toque Barcelona ya le he dicho que terminaré involucrado inevitablemente en su proyecto.
Pero ahora es el turno para Nueva York. Hemos cedido espacio a su editora Andrea H. Madrid para que nos hable de su Nueva York.
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Nueva York es la nueva Roma, todos los caminos conducen a Nueva York. No es que releguemos a la ciudad madre del mundo antiguo, es que Nueva York es la fuente de buena parte de las metáforas contemporáneas. Es el icono y concepto de la ciudad, es Ciudad Gótica pero también Metrópolis, es la Pequeña Odessa y también la Pequeña Italia, es salsa y es rock. Así es esta ciudad, aquí todos caben y hay para todos. ¿Hace falta seguir justificando nuestra pasión?
Nuestras niñeras fueron series y películas que casi siempre ocurren en Nueva York. Aunque Superman, Batman o Don Corleone nunca han visitado nuestras latitudes, sus mitologías nos son tan familiares como Mafalda, Asterix y Obelix o Mortadelo y Filemón. Siempre temimos el primer día en que pondríamos un pie en la gran metrópolis, pensamos que nos íbamos a extraviar entre tanta cita fílmica. Nueva York es como Roma -insistimos- «verla y después morir». Pero fuimos y no morimos, pero nos contagiamos con la NewYorkmanía. Y si pasamos un año sin regresar comienza el síndrome de abstención.
Otra cualidad de esta ciudad es que no es Estados Unidos, es Nueva York, antes era Nueva Amsterdam y mucho más atrás territorio indígena. Quienes conozcan otras ciudades de Norteamérica podrán dar fe de ello. Es que en esta ciudad casi todos vienen de otra parte, como lo dijo John Dos Passos en su Manhattan Transfer. Aquí se hablan casi 100 lenguas distintas, basta pararse en una esquina para escuchar simultáneamente varios idiomas. Y a los hispanoparlantes se nos hace fácil, ya que la segunda lengua de la ciudad es el español.
Esta cultura ecléctica se vuelca en sus comidas, se puede desayunar bagels en un dinner de Brooklyn, almorzar dumplings en el Chinatown y cenar un ceviche bien picante en Queens. También en su oferta de espectáculos. Hay festivales de cine independiente como TriBeCa, pero también las masivas obras de Broadway. Y que se diga de la música, la banda que «lo logra aquí lo logra en cualquier parte», tomando prestada una cita literal de Frank Sinatra.
Nueva York es un puerto, tiene esa cualidad ambigua de gente siempre llegando y partiendo. Es como las ciudades de Calvino o la Dark City de Alex Proyas, eternamente recomponiéndose. Esta sensación de novedad permanente la comparte con otras ciudades puerto que nos fascinan, como Oporto, Barcelona, San Francisco, Hamburgo o Valparaíso. Esta atracción por esta esta Babel cosmopolita debía hallar un curso, sino podíamos reventar. Y así fue como nació Newyorkando, una guía de viaje indie, punk, sin más intermediarios que muchas horas de pelis y libros, nuestros gustos y las recomendaciones de amigos.
Esperamos contagiarles con este virus y start spreadin’ the news, I’m leavin’ today…
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Andrea H. Madrid es una amante de la cultura pop. Buena parte de su vida consiste en viajar y crear guías de viaje enriquecidas con referencias pop e históricas para que todos nos sintamos atraídos con los relatos de los lugares que visita. La pasión viajera la combina con su vida como profesora universitaria y como consultora de ideas de +pop, sintetizando academia y cultura pop.