Gratamente sorprendido he quedado con la visita que he realizado al Museu Olímpic i de L`Esport en Barcelona. Desde hace algunos meses tenía la intención de ir, pero un festivo lluvioso y gris como el de hoy me dejó la oportunidad de conocer quizás uno de los museos más interesantes de Barcelona, pero también menos conocidos.
El museo está ubicado justo al lado de Estadio Olímpico de Barcelona. Es posiblemente uno de los más baratos de la ciudad (4 euros), lo cual no influye en la calidad de sus exposiciones que de seguro te dejarán hipnotizado por más de dos horas: enseñanzas, cifras, récords, mitos y leyendas de todas las modalidades deportivas existentes desde tiempos inmemoriables hasta la actualidad, además de un resumen de la historia de los Juegos Olímpicos, con especial énfasis evidentemente a los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.
La primera parte del Museo te lleva a recorrer el surgimiento de los diferentes deportes relacionado al período de la humanidad en que surge. Desde el correr como la primera actividad física que desarrolló el hombre – en un principio como un mecanismo de supervivencia – hasta modalidades relativamente nuevas como el Surf que poco a poco se han convertido en deportes masivos. Sin dejar de lado por supuesto, la mención a los deportes más masivos o más populares a nivel mundial: el fútbol.
En el Museo conviven aspectos del deporte en todas sus facetas, desde el alto rendimiento hasta el deporte competitivo y el de ocio, así como la práctica deportiva de personas con discapacidad o el deporte en general. Pero también te invita a conocer el fascinante mundo del olimpismo y los valores que se encuentran alrededor de esta filosofía de vida. No te deja indiferente, está lleno de grandes fotografías y vídeos que han marcado hitos en la historia deportiva de la humanidad.
Mención aparte también merece el espacio dedicado a las Olimpíadas que se celebraron en Barcelona en el año 1992. Allí te puedes pasear en detalle cómo fue la organización de estos juegos que marcaron un antes y un después, así como también lo fue para la ciudad. Incluso puedes contemplar de cerca algunos elementos que se utilizaron para la ceremonia inaugural de estos Juegos Olímpicos. Bien me hubiese gustado estar viviendo en Barcelona durante ese año, más de 35 mil voluntarios y toda la población se unieron a esta celebración que ha representado para Barcelona un momento cumbre en toda su historia.
El museo es todo un viaje en el que utilizas los cinco sentidos para apreciar sus diferentes disciplinas. No te deja indiferente y sales con ganas de prácticar algún deporte y aplicar la máxima del Olimpismo: «Citius, altius, fortius» (Más rápido, más alto, más fuerte).
Más información:
Museuolimpicbcn.cat