Muy cerca de Yafo, el puerto antiguo de Tel Aviv, se encuentra el Mercado del Carmel. Un ejemplo de convivencia entre personas que predican creencias tan distinta como la judía y musulmana.
En este mercado, muy parecido a los típicos zocos de Marruecos o cualquier país árabe, cada vendedor ofrece sus productos de manera distinta. Los judíos colocan el precio en los productos para que la gente se acerque y así poder negociar. En cambio, los árabes gritan los productos que ofrecen y sus precios para negociar cómo sólo ellos lo saben hacer.
Especies, frutas, gominolas,vegetales,comestibles o souvenirs son algunos de los productos que podríamos comprar tanto a judíos como a musulmanes por igual. La clave está en saber regatear y negociar un buen precio y disfrutar de una atmósfera no precisamente relajada, pero sí de buen rollo y en el que las creencias quedan aparcadas detrás de cajas de frutas o ¿por qué no? en un buen plato de humus en el restaurante «Humus» en medio del bullicio del mercado.