Durante muchos años subir a los Pirineos en invierno estaba reservado al puñado de privilegiados que se lo podían permitir. Si no nevaba no había temporada, y los palilleros no tenían que compartir pista con los snowboarders, pues apenas existían. Si embargo, las cosas han cambiado. Y mucho. Con el paso de los años el esquí/snow se ha ido democratizando y cada día más personas se enganchan a estos deportes invernales. Ahora llega una segunda revolución: la que abre la montaña y la nieve a todo el mundo, no sólo a los que quieren calzarse unos esquís o una tabla. Así lo ha entendido la Grandvalira, la instalación de nieve más grande de Andorra con más de 200 kilómetros de pistas.
En un reciente viaje al pequeño país de los Pirineos pude comprobar que en esta estación se pueden hacer infinidad de actividades durante la época más fría del año, muchas de ellas ni siquiera sabía que existían. Evidentemente, los fans de Alberto Tomba pueden seguir emulando a su héroe en cualquiera de las 118 pistas que comprenden el dominio, pero el abanico de deportes se ha abierto como un gigantesco melón. Aquí os destaco las actividades de nieve más interesantes que se hacen en Grandvalira:
- Mushing: ahora no hace falta irte a la Laponia o Alaska para montarte en un trineo tirado por perros. En Andorra podrás dejarte llevar por una manada de huskies y alaskanos y aprender la diferencia entra ambas razas. El musher te explicará rápidamente cómo se maneja y descubrirás una nueva sensación al deslizarte entre llanos y bosques nevados. Por cierto, ¿sabías que estos trineos también tienen freno de mano?
- Construcción de iglúes: si lo que quieres es sentirte un auténtico esquimal esta es la actividad que debes elegir. Un monitor te explicará cómo levantar un iglú en menos de una hora y al final, aunque no te lo creas, podrás entrar en él. Ideal para realizar en grupos y con niños. Sin embargo, si lo que quieres es pasar la noche en un iglú, también puedes hacerlo. Eso sí, prepárate a pagar bastante por pasar frío.
- Motos de nieve: los que quieran algo más de acción pueden elegir hacer una salida en moto de nieve. Al principio da algo de miedo porque se pueden alcanzar altas velocidades y porque al girar tienes que acompañar la moto con el cuerpo, pero poco a poco coges confianza y disfrutas de la montaña de una manera diferente. Indicado para los amantes de la gasolina.
- Raquetas de nieve: en el polo opuesto se encuentran las clásicas raquetas de nieve, idóneas para recorrer la montaña a un ritmo pausado y quemando grasas, que buena falta nos hace en estas fechas. Existen diferentes itinerarios (según dificultad y duración) y se puede alquilar todo el material en la pista. Seguramente sea la manera más natural de acercarte a la montaña cuando está nevada.
- Tubbing: fue la novedad de 2013 y sigue teniendo bastante éxito. Consiste en tirarte con un gran neumático circular (estilo camión) por un tobogán de nieve. Aunque pueda parecer una locura, todo está bajo control, y hasta se puede hacer en familia. El tubbing solo está disponible en Grandvalira-Grau Roig.
Además de estas actividades, en Grandvalira también puedes practicar esquí de fondo, esquí nocturno, cursos de orientación de alta montaña, rescate con Arva, raquetas de nieve…vaya, un sinfín de actividades para todos los gustos. Si te pasa como a mí, que eres incapaz de elegir una sola, no te apures; puedes comprar un forfait y probar varias durante toda una mañana. Hay tres tipos de forfait, con precios bastante asequibles. El básico, que sale por 30€, te da derecho a una hora de bautismo de esquí de fondo y otra hora de tubbing; una hora de taller de construcción de iglú; practicar tiro con arco y paseo en raquetas.
Servicio a la carta y espacios para niños
Al margen de los kilómetros de pista y las variadas actividades, Grandvalira también destaca por dos otros motivos. Por un lado, porque ofrece un servicio a la carta para aquellos que quieran recibir una atención personalizada. Los que se decanten por el Top class (el nombre ya lo indica todo) gozarán de unos servicios exclusivos, y sus acompañantes (léase abuelo o suegra de turno) podrán descansar en unas confortables instalaciones a pie de pista. Por otro lado, si la estación andorrana se ha diferenciado de las otras en estos últimos años es por el esfuerzo que ha hecho para ofrecer actividades a los niños de todas las edades, bebés incluidos. Con Imaginarium como compañero de viaje, Grandvalira cuenta con una guardería y un jardín de nieve donde aprenden a esquiar desde bien pequeños. Aquí saben perfectamente que para tener clientes en un futuro hay que ganárselos desde la cuna.
Dónde dormir
Uno de los mejores alojamientos cercanos a Grandvalira es el Hotel Ski Plaza, en el tranquilo pueblo de Canilló. De hecho, está tan cerca que podrás salir con las botas puestas y coger un telesilla situado a menos de 50 metros. Este establecimiento de 5 estrellas forma parte del grupo hotelero Plaza Andorra, y es muy recomendable para las familias que viajen con niños. Además de disponer de piscina cubierta, sala de juegos y mini golf, algunas habitaciones están 100% ambientadas en cuentos infantiles. Los adultos se pueden relajar en la sauna y el jacuzzi, y aquellos que quieran hacer más ejercicio tienen a su disposición un pequeño gimnasio. Para los que prefieran patinar, al otro lado de la calle se encuentra el palacio de hielo de Andorra, donde además de patinar podrás conducir un kart sobre hielo.
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