Hoy es el último día de este corto recorrido por Marruecos. Para evitar unas cuantas horas más hasta Marrakech, preferimos salir desde el aeropuerto de Casablanca. Llegar a esta ciudad fue como prepararnos para volver a Europa. Mucho más Occidental que el resto de lugares recorridos, pero también más caótica. No en vano, vale la pena detenerse a contemplar la Mezquita de Hasan II, la tercera más grande del mundo.
Esta Mezquita se erige sobre un afloramiento rocoso en el mar, la idea es una metáfora del verso del Corán que dice que el trono de Dios se levanta sobre las aguas. Su minarete mide 210 metros de altura, lo que lo convierte en el edificio más alto del país. Además tiene una capacidad para 25 mil fieles.
A los adictos a viajar, la nostalgia siempre nos invade poco antes de partir de un lugar. Marruecos no será menos. Este viaje ha sido apenas la entrada a un mundo en el que quedan por descubrir otros lugares de este fascinante país: el desierto es uno de ellos. Esperamos que el regreso sea pronto.
Nos vemos en el próximo destinos: ¡Portugal! 🙂
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