Desde el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en Compostela, en el siglo IX, el Camino de Santiago se convirtió en la más importante ruta de peregrinación de la Europa medieval. El paso de los innumerables peregrinos que, movidos por su fe, se dirigían a Compostela desde todos los países europeos, sirvió como punto de partida de todo un desarrollo artístico, social y económico que dejó sus huellas a lo largo de todo el Camino de Santiago. En 1993, Año Jacobeo, se produce el resurgimiento peregrinal. La mezcla del reto deportivo con religiosidad, con búsqueda de lo auténtico y de uno mismo, todo ello escoltado por estilos románicos y góticos, entre caballeros templarios y monjes benedictinos, entre hayas y trigos, entre castaños y carvallos, entre leyendas y milagros hacen del Camino de Santiago una experiencia singular.
“Abrir las puertas y ventanas del alma y empezar a caminar”
Conversamos con Mariano Ramírez, un peregrino venezolano que vive en España desde hace 10 años y ha hecho el Camino de Santiago tres veces, además de haber trabajado como hospitalero (voluntario en los albergues del camino):
Más allá del trasfondo religioso ¿Qué representa para un peregrino hacer el Camino de Santiago?
Aunque se intente esquivar el término «religioso», creo que el Camino te obliga a encarar de una forma u otra el lado espiritual, evolutivo de la vida. No hay vuelta que darle. Tal vez se deba el esfuerzo físico extremo que conlleva, o sea la consecuencia de abandonar los espacios urbanos limitados que habitualmente ocupamos y de expandirnos en la naturaleza, o debido al radical cambio con nuestro modo acostumbrado de vida, o acaso el norte de España posea una energía intensa que nos inunda y transforma. No lo sé, pero creo que el Camino es muchas cosas, y para cada peregrino representa algo distinto y único, una imagen especular de sí mismo, con lo mejor y lo peor que cada uno lleva por dentro.
¿Cuál fue tu recorrido y en cuánto tiempo lo hiciste?
He hecho el Camino tres veces. La primera comencé en St. Jean Pied-de-Port, justo antes de cruzar la frontera con Francia, y seguí la ruta (con muchos desvíos, sobre todo en el área del Bierzo) del Camino Francés (Pamplona-Logroño-Burgos-León-Santiago-Finisterre). Recorrí unos 1200 Km y tardé seis semanas. La segunda vez empecé en Somport (también frontera con Francia pero en Aragón), y seguí de nuevo el Camino Francés pero entrando a Francia no por Navarra sino por Aragón. No me desvié tanto (aunque sí me fui a San Juan de la Peña), recorrí unos 1000 Km y tardé cinco semanas. La tercera vez tenía el tiempo justito, 28 días, de modo que fue directo de St. Jean a Santiago (aprox. 800 Km), y a Finisterre en Autobús.
¿Cuáles son las experiencias que se pueden llegar a vivir durante todo el peregrinaje?
Son incontables y poderosas y abarcan una enorme variedad de ámbitos. Eso no te lo puedo resumir con brevedad, necesitaría horas para que puedas comenzar a hacerte una idea de qué experiencias se puede llegar a tener en el Camino. Pero déjame resumirlo de esta manera: El Camino marcó un antes y un después en mi vida, me fui siendo una persona, y cuando regresé había cambiado, era otro.
¿Cuál es el perfil del peregrino promedio que realiza este recorrido?(Españoles, extranjeros de qué nacionalidades, edades, etc.)
Depende en gran manera de cuándo haces el Camino. Durante julio y agosto hay (para mi gusto) demasiada gente, en su mayoría españoles e italianos. Durante los meses de primavera y otoño te encuentras gentes de todas partes, y aunque predominan los centroeuropeos (alemanes, franceses, ingleses) también vi japoneses, americanos (desde canadienses hasta chilenos), gente de La India, de Sri Lanka, de Australia… Y lo mismo puede decirse de las edades de los peregrinos: Cubren toda la gama, el más joven que vi tenía 8 años, la más anciana era una señora de 77 años. En el año 99 me encontré con un alemán de 73 años que vino caminando desde Treveris, en Alemania, o dos holandesas, hermanas gemelas, bien entradas en los sesenta, que vinieron a pie desde su país.
¿Con qué tipos de obstáculos se pueden encontrar los peregrinos que quieren hacer el camino de Santiago?
Con los externos y los internos. Creo que de los primeros el peor es la falta de tiempo, ¿quién puede abandonar su vida durante uno o dos meses? Mucha gente hace el Camino a trocitos, y se demora varios años. Yo respeto esa forma, pero nunca lo haría de ese modo. Para mí el Camino es una experiencia total, y o la hago o no la hago. De los segundos, los obstáculos internos, con el que todos, cada uno a su manera, se encuentran, es el miedo.
Según tu experiencia ¿Cuál es la fase más complicada del camino?
La fase más complicada, desde el punto de vista interno, y también la más fructífera, es la que va de Burgos a León, la Meseta Castellana. Es complicada porque es prácticamente plana, y te da la impresión de que, por más que caminas, no avanzas. Planicies y planicies, casi sin árboles, de la mañana a la noche. Ahí, ya superados lo iniciales problemas de adaptación, las ampollas, los dolores musculares, se empieza a producir el encuentro con tu interior, ahí empiezas a entender de qué va esto de peregrinar.
Desde el punto de vista externo, lo peor es Galicia, y puede sonar contradictorio, pues paisajísticamente tal vez Galicia sea el punto álgido del Camino, pero te encuentras con demasiados peregrinos (mucha gente empieza en Galicia a caminar), algunos con actitudes molestas más propias de turistas caprichosos de que peregrinos, dispuestos a mentir para coger una cama en un albergue, a saltarse etapas en bus, a exigir de mal modo determinados servicios a los hospitaleros como si se tratara de sus empleados, etc. Además, la mayoría de los hospitaleros en Galicia son funcionarios para los que estar allí es casi un castigo, que no tienen nada que ver con el Camino y que hacen lo mínimo y a regañadientes.
¿Cuáles son los consejos que puedes dar a las personas que quieren hacer el Camino de Santiago?
Atreverse. Coger un buen par de zapatos, una mochila cómoda tan vacía como se pueda, abrir las puertas y ventanas del alma y empezar a caminar.
Cómo hospitalero voluntario ¿Qué requisitos se necesita tener y qué implica ejercer esta función? ¿Por cuánto tiempo fuiste Hospitalero?
La mayoría de las asociaciones de hospitaleros voluntarios sólo piden haber peregrinado a Santiago alguna vez. Pero ser hospitalero te permite vivir la otra cara de la peregrinación, devolver un poco de toda la generosidad que recibiste de otros hospitaleros cuando tú eras el peregrino. Mientras que el peregrino está buscando algo, el hospitalero está allí para asistirlo, para servirle, para hacerle el Camino más fácil o sacarlo del atolladero en que se encuentra. Esto va desde prepararle una comida, proporcionarle información, recibirlo con cobijas secas y bebidas calientes cuando llega en medio de una nevada, curarle las ampollas, darle un masaje, quitarle el barro de sus zapatos, servirle de oyente para que pueda verter en ti todo lo que está viviendo, incluso hasta emborracharte con él… El nivel de compromiso depende de cada quien, de cada hospitalero y de cada peregrino, y de hasta dónde están dispuestos a llegar en su comunicación. Es duro, porque a veces se producen encuentros profundos y placenteros que están destinados a durar muy poco, al día siguiente todos los peregrinos se irán. Pero no hay tiempo para la nostalgia, tú te quedarás limpiando el albergue y preparándolo para los próximos peregrinos que legarán en cualquier momento. Yo fui hospitalero voluntario durante un mes, en un hospital de peregrinos muy pequeño en el pueblo de Arrés, en Aragón.
Si quieres ver más fotos del Camino de Santiago que nos ha cedido gentílmente Mariano, puedes entrar en nuestro álbum de Flickr.