Quizás el elemento más resaltante de la ciudad de Albi, ubicada en la región Midi-Pyrenées al sur de Francia, es su interesante pasado de rebeldía religiosa. Una ciudad que se creo con los cátaros, quienes tenían las creencia de que todo lo material y carnal era obra del demonio y lo espiriual de Dios. Poco duró esa creencia que dio paso a la invasión por parte de los católicos para evadir ese «pensamiento hereje» que tenían los cátaros. De todo ese proceso surgió una ciudad con interesantes lugares para visitar. Compartimos contigo nuestro particilar TOP5 de Albi, la ciudad de arcilla.
La catedral de Saint-Cécile
De estilo gótico meridional fue construida enteramente en ladrillo rojo entre 1282 y 1480, como testimonio del poder de la Iglesia Católica ante la herejía cátara. Posee la mayor cantidad de pinturas renancentistas de Europa y con su torre-campanario de 78 metros de altura, domina por completo el paisaje de la ciudad.
El Palacio de la Berbie, actual Museo Toulouse Lautrec
Este castillo del siglo XIII es uno de los más antiguos de Francia y uno de los mejores conservados, es actualmente la sede del Museo Toulouse Lautrec, uno de los artistas más célebres de Francia nacido en Albi. Abierto en 1922, este museo tiene una colección de más de 1000 obras del artista, entre las que se encuentran sus famosos carteles para el Moulin Rouge.
El Pont-Vieux (Puente Viejo)
Construido en 1035 sobre el río Tarn, vía fluvial de gran importancia comercial para la región, era en su momento el único camino para comunicar Albi con las poblaciones vecinas, pero también para aquellos viajeros que iban de Toulouse a Italia o a España. El antiguo puente originalmente fue edificado en piedra para luego ser revestido de ladrillo.
El Casco antiguo de Albi
Uno de los barrios medievales mejor conservados del mundo, ha permanecido inalterado por siglos. Junto a la Catedral, el Puente Viejo y el Palacio de la Berbie, es Patrimonio para la Humanidad de la Unesco desde 2010, y contrariamente a otros pueblos medievales, este fue construido casi en su totalidad en ladrillo gracias a un gran suministro de arcilla roja en la región, otorgándole a la ciudad un color homogéneo.
La Plaza o Mercado cubierto (Marché Couvert)
Por ochenta años fue el único mercado de Albi y es un gran ejemplo del estilo Art Noveau. La estructura en hierro forjado alberga puestos de carnicerías, fruterías, quesos y verduras, donde se pueden encontrar toda clase de productos típicos y especialidades de la región.
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