Este año para mí ha sido muy especial porque desde enero he estado trabajando muy de cerca con Suecia como destino turístico. Ha sido una inmersión hacia la cultura y sociedad sueca que me ha hecho enamorar de este país. No sólo de sus espectaculares ciudades y paisajes, sino también de la forma de vida, la relación de los suecos con la naturaleza. Justo ahora que termina el año y medio mundo se impregna del espíritu navideño, me gustaría destacar la devoción que tiene Gotemburgo por estas fiestas.
La Navidad en Gotemburgo comienza el 12 de noviembre con la apertura del tradicional mercado de Navidad en el parque de atracciones Liseberg y el encendido de las luces blancas que iluminan el recorrido a lo largo del Camino de la Luz. Se trata de una combinación de iluminación de diseño innovador con un amor por el tradicional estilo de la Navidad, los arquitectos de la ciudad y los diseñadores de luces han creado un ambiente único en el centro de Gotemburgo. Una película festiva producida especialmente se proyecta desde el 10 de diciembre sobre la fachada gigante del Museo de Arte de la ciudad donde sus columnas gigantescas se convierten en el escenario de las imágenes. El Camino de la Luz y sus actividades relacionadas funcionan durante toda la Navidad y Año Nuevo, es espectáculo de luz en 360 grados que se lleva a cabo en la plaza Harry Hjörnes Plats, mientras que el tradicional ambiente navideño se puede encontrar en el País de las Maravillas de Invierno (Winter Wonderland) en el parque Bältesspännar Park a mitad de recorrido por el Camino de la Luz. Aquí hay, entre otras cosas, coros en forma de árbol de Navidad interpretando villancicos, patinaje sobre hielo y castañas asadas sobre brasas.
Cerca de cinco millones de luces brillantes adornan los árboles y los edificios en el mercado de Navidad más grande de Escandinavia situado dentro del parque temático Liseberg. Este cuenta con unos 80 puestos de mercado y tiendas de artesanía. También hay puestos para disfrutar de los alimentos tradicionales suecos para la ocasión: arenque marinado, carne de reno asada al estilo sami (el pueblo originario de Laponia) y golosinas suecas como cerdos de mazapán o glögg, el vino caliente especiado.