Aterrizar en Fuerteventura ha sido como estar dentro del mismo Google Earth. La isla y la pista de aterrizaje del aeropuerto se podía visualizar a kilómetros de distancia, daba la sensación que podías controlarlo tu mismo. Muy pronto estaríamos pisando tierras canarias camino a la Bahía de Costa Calma.
Las sinuosas montañas que invanden toda la isla se cubren de un manto de arena que nos recuerda que allí, a unos pocos kilómetros, está el desierto cálido más grande del mundo: El Sahara. Por suerte, el viento constante que sopla en la isla te regala un clima inmejorable. Eso sí, algo tiene esta isla que relaja tu cuerpo y lo deja en un estado de paz nunca antes experimentado.
Al llegar al Hotel Esmeralda Maris, su director Antonio Barragán, quien amablemente nos hospeda, nos comenta que hoy comienza el Campeonato Mundial de Windsurf y Kiteboarding 2009. Así que la diversión en la isla está asegurada 🙂