Hace seis siglos que el reloj astronómico de Praga se instaló en el edificio del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja de Praga, y a pesar de su antigüedad sigue dando las horas perfectamente. Los checos lo consideran todo un emblema y los turistas, puntuales a la cita, cogen sitio para apreciar su intrincado funcionamiento y puesta en escena.
El reloj fue construido en 1410 por el relojero Mikulas de Kadan, en colaboración con Jan Ondrejuv, ‘Sindel’, profesor de matemática y astronomía de la Universidad Carolina de Praga. El primer mecanismo de esta obra de arte fue perfeccionada 80 años más tarde por el maestro Hanus, considerado el autor de su apariencia actual. Las figuras que rodean la esfera del reloj no fueron elegidas al azar, sino que plasman las preocupaciones de la población praguense del siglo XV: se distinguen la Codicia, representada por un judío con una bolsa de dinero; la Vanidad, representada con un hombre que se mira al espejo; la Muerte, un esqueleto que pone en funcionamiento una campanilla; y la Invasión Pagana, representada por un turco. Bajo el reloj doce medallones con los signos del zodíaco fueron añadidos por Josef Manes in 1865.
12 espectáculos al día
Dar la hora se convierte en toda una función teatral. Cada día, entre las nueve de la mañana y las nueve de la noche, cuando marca en punto, la Muerte toca la campana y da la vuelta a su reloj de arena. Por encima, dos ventanas se abren y comienzan a desfilar los doce apóstoles: en primer lugar San Pedro con una llave dorada y despide el desfile san Pablo, espada y libro en mano. Finalmente un gallo cacarea y suena la hora.
No es la única curiosidad que nos ofrece el reloj si lo miramos con detenimiento: en la esfera se pueden leer cuatro tipos de medidas horarias, entre ellas, la hora babilónica, que marca la duración del día desde la salida hasta la puesta de Sol, y por eso en verano las horas son más largas que en invierno. El reloj praguense es el único en el mundo que sabe medir esta hora.
La leyenda cuenta que los ediles cegaron al maestro relojero Hanus para que no hubiese en el mundo otra copia de tal avanzada composición; una decisión que trajo consecuencias, ya que el maestro lo desactivó, y al parecer no volvió a funcionar en condiciones hasta 1570.
Texto por cortesía de: CzechTourism.com