Si pudiera describir con un sólo adjetivo a la capital holandesa, no se me ocurriera otro más que libertad. Apenas pisar el aeropuerto de Schiphol el aire cosmopolita y abierto de la ciudad se respira en segundos. Pero más aún cuando llegas a la estación central donde tampoco se puede negar ese toque de ciudad perversa tal como lo puede tener ciudades como Londres o Nueva York.
Tras mi última visita por esta ciudad hace poco más de un mes dentro del programa de #Myvuelingcity de Vueling, me percaté de que ya la he conocido en sus cuatro formatos distintos, es decir, en las cuatro estaciones del año. A diferencia de ciudades mediterráneas como Barcelona donde realmente el cambio de estación pasa un poco menos desapercibido, en Ámsterdam ocurre justamente lo contrario. Nada tiene que ver la ciudad en verano con los gélidos y húmedos inviernos que allí se viven. Aún así todo tiene su magia y es por ello que he querido ofrecer apenas algunas opciones que se pueden disfrutar en la ciudad en cada una de las cuatro estaciones:
INVIERNO
Año nuevo en Damm y Tour nocturno por el Red Light Distric
En la Plaza de Damm se organiza una de las celebraciones de fin de año más coloridas de Europa. A pesar del gélido frío que puede llegar a hacer en la ciudad en esta época del año, nada paraliza a los miles de holandeses y turistas que cada año eligen la fiesta y el buen rollo que se puede respirar el 31 de diciembre de cada año.
Durante todo el año esta plaza representa quizás los extremos de una ciudad amada por los liberales y quizás odiada por los más conservadores. Aún así, liberales y conservadores se disfrazan de peatones anónimos para hacer cumplir un rol dentro de fauna rodeada por kioskos de perritos caliente, gofres, refrescos y artistas callejeros. Si hay un lugar en Europa donde debemos detenernos sólo a observar la gente esta es la Plaza de Damm.
Pero invierno también es propicio para dar un paseo por el Barrio Rojo (Red Light District). Más allá de ver la libertad con la que la prostitución se ejerce en esta zona de la ciudad – el único país del mundo donde el oficio más viejo del mundo cotiza en la seguridad social – es aún más interesante ver el perfil de personas que se acercan: japoneses en grupos de 20 ó 30 que se detienen frente a una prostituta para observarla, dejándola metafóricamente «desnuda»; por otro lado jóvenes posts adolescentes curiosos por saber más sobre la movida y las tarifas que cobran cada una de ellas. Aún así, vale la pena deambular por esta especie de experimento social que parece tener sus días contados.
Primavera
Crucero por los canales
Con la llegada de un tiempo más agradable y menos extremo como el que se vive en invierno, creo que una de las actividades que podría disfrutarse es recorrer la ciudad por los canales a través de las diferentes empresas que ofrecen cruceros por la ciudad. El más recomendable a mi parecer es el crucero 100 highlights que sale de la Estación Central y te lleva por los lugares más destacados de Ámsterdam.
Sin embargo, hay otros cruceros más específicos como los que hacen un recorrido nocturno o el crucero que descubre los rincones menos conocidos de la ciudad. E incluso un exclusivo crucero de lujo que parte desde el Casino de Stadhouderskade.
Verano
Ruta en bici por el centro de Ámsterdam
El nombre de la ciudad de Ámsterdam bien pudiera ser también sinónimo de bicicletas por doquier. El lugar donde el medio de transporte por excelencia es ir sobre las dos ruedas se hace mucho más agradable recorrerlo durante el verano. La ciudad cuenta con 15.000 kilómetros de carriles para bicicleta, una cifra impresionante si la comparamos con el tamaño de la ciudad: 750 mil habitantes en 219 kilómetros cuadrados.
En todos los rincones de la ciudad podrás encontrar ofertas para alquilar bicicletas. Las puedes alquilar por horas o por día entero, yo recomiendo hacerlo por un día entero de esta manera tener la posibilidad de parar y hacer un break en alguno de los bares al aire libre que hay en cada esquina y con vistas a sus espectaculares canales.
En mi opinión el barrio más agradable para recorrer en bicicleta es Jordaan. Sigue formando parte del centro de la ciudad, pero con la distancia perfecta para alejarte del bullicio turístico. Además está lleno de galerías de arte y pequeñas tiendas en las que puedes encontrar desde una dedicada a productos relacionados con Los Beatles hasta galerías de arte latinoamericanas.
Dentro de esta ruta no puede faltar hacer una parada en el parque que está justo detrás del Museo Van Gogh, perfecto para hacer merendar y ¿Por qué no? no echarse una buena siesta.
Otoño
Museos, museos y más museos
Una de las cosas que más recuerdo del otoño en Ámsterdam es el viento que sopla y que hace que la sensación térmica baje aún más la temperatura. Es por ello que creo que esta es la época del año en Ámsterdam perfecta para empezar el día desayunado con un delicioso gofre y un café con leche y posteriormente un tour por los mejores museos de la ciudad.
Sin duda el museo más importante vendría a ser el de Van Gogh. Sus instalaciones son bastante modernas y me gusta la forma de cómo cronologicamente podemos descubrir la vida de uno de los máximos exponentes del postimpresionismo nacido en Holanda.
El Museo de Ana Frank exhibe la casa donde la familia Frank estuvo refugiada por dos años huyendo de la persecusión de los nazis a los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Para entender mejor el museo creo que es necesario leer previamente el Diario de Ana frank, de esta manera se puede entender mejor el horror vivido por esta familia durante una de las épocas más oscuras de Ámsterdam. Sin embargo, lo que más me parece interesante de este museo es el espacio interactivo que hay al terminar el recorrido en el que todos los visitantes podemos participar en preguntas relacionadas con las desigualdades y discriminación.
Mi gran descubrimiento en la última visita a Ámsterdam fue el Centro de Arquitectura de Ámsterdam (ARCAM). Un increíble edificio que pertenece a una fundación dedicada a la arquitectura de la ciudad. Está abierto al público y su acceso no tiene coste alguno.
Estos son apenas tres de los museos que se pueden visitar en Ámsterdam, pues existen otras decenas de museos de arqueología, arte, cine y fotografía, arquitectura, barcos, ciencia y tecnología, cultura, cera, sexo, fútbol, historia, periodismo, religión y teatro. Si quieres conocerlos puedes visitar este apartado de museos que ofrece Amsterdam.info.