Audrey Hepburn en Vacaciones en Roma<\/dd>\n<\/dl>\n<\/div>\n\n\n\nEse exquisito \u00abcaos latino\u00bb por el que se caracteriza Roma adquiere otras dimensiones cuando en cada esquina y en cada cruce de calle las Vespas forman un concierto de sonidos que se funden con esa estruendosa y monumental arquitectura. Es el transporte del pueblo por excelencia, se pueden ver Vespas por doquier, desde las m\u00e1s fashion hasta las m\u00e1s sencillas que usan los repartidores de pizzas<\/strong>. Pero tambi\u00e9n la pueden usar los viajeros que quieran vivir la experiencia de ser un genuino romano. Eso s\u00ed, s\u00f3lo recomendar\u00eda asumir esta aventura si sabes conducir muy bien en moto. El tr\u00e1fico en esta ciudad puede ser de infarto<\/strong>.<\/p>\n\n\n\nUn americano en Par\u00eds<\/em> (1951), La dolce vita<\/em> (1960), American Pie<\/em> (1999), Misi\u00f3n Imposible III<\/em> (2006) han sido apenas una de las m\u00e1s de 15 pel\u00edculas que hacen referencia directa a las motos Vespa y su protagonismo en el esp\u00edritu urbano de Roma. Sin embargo, la escena que protagoniza Audrey Hepburn y Gregory Peck en Vacaciones en Roma<\/em> (1953)<\/strong> es la que mejor representa no s\u00f3lo la importancia de la Vespa como icono m\u00f3vil de Roma, sino tambi\u00e9n el alma de una ciudad con un caos fascinante.<\/p>\n\n\n\n