El pasado 4 de junio fue un día sumamente importante en la historia de Polonia. Tal día en 1989, se celebraron las primeras elecciones democráticas en el país tras décadas de comunismo, dando inicio a una nueva etapa, que si bien no estuvo exenta de problemas, desde luego estuvo llena de optimismo. Para cualquier persona que no haya vivido esa época, el hecho de visitar los países que estuvieron tras el telón de acero se convierte en un ejercicio constante de imaginar un período histórico del que se han escrito ríos de tinta y han rodado infinidad de películas.
La música como elemento liberador
Tras haber pasado mis primeras horas en Poznan, una importante ciudad a medio camino entre Berlín y Varsovia, curiosamente pude darme cuenta de la profusión de música y vídeos de artistas pop de la década de los ochenta. Al principio lo atribuí a la pura casualidad, pero al poco tiempo ya era evidente que tras numerosas escuchas de radio, más que un fenómeno del azar, existía una predilección por los ídolos musicales de esta época. No puede ser casualidad que estando en Poznan haya visto más vídeos de Whitney Houston que en toda mi vida hasta ese momento.
Caminando por una calle acompañado de Wojciech, un miembro de la Organización de Turismo de Poznan, no pude evitar ver un cartel que anunciaba el próximo concierto de la banda de heavy metal Iron Maiden, al momento que Wojciech me comentaba el revuelo que esta misma banda causó en Poznan, cuando se presentaron durante una gira en 1984. No niego la importancia y el encanto de esta ciudad, pero ¿qué interés podía tener Iron Maiden en dar un concierto en un país del bloque comunista en plena Guerra Fría?
Heay metal en contra del comunismo
Lo cierto es que la banda realizó un acto muy simbólico llevando su gira a la Polonia de los años ochenta, experiencia que quedó plasmada en “Behind the iron curtain”, un vídeo musical ya descontinuado que documenta los pasos de la agrupación a lo largo de la gira World Slavery Tour. Ese concierto histórico, que tuvo lugar en Poznan el 11 de agosto de 1984, y que también visitó otras ciudades polacas como Varsovia, Wroclaw y Katowice, convirtió a Iron Maiden en la primera banda de heavy metal en tocar en un país del Bloque de Este, un acontecimiento transgresor en una sociedad oprimida.
No puedo imaginar el sentimiento que debe haber transmitido este concierto a sus asistentes, una representación en pequeño de todo un país que pedía a gritos libertad, progreso y esperanza. La respuesta no la conozco, pero intuyo que esa nostalgia por los años ochenta viene en función de un deseo por tener todo aquello que les fue negado por décadas, y de igual forma por representar los últimos años de un oscuro período histórico. Al fin y al cabo, el rock and roll, más que un estilo musical, es una filosofía y parte de una revolución cultural que aún persiste, llevando por bandera la rebeldía y la eterna juventud.
Poznan en la actualidad
La impresión que me llevé de Poznan es la de una ciudad abierta, moderna, dinámica y al mismo tiempo orgullosa de su historia y tradiciones. Después de sufrir una destrucción masiva durante la Segunda Guerra Mundial, Poznan es actualmente la quinta ciudad más grande de Polonia y el sitio donde se fundaron los orígenes de la nación polaca hace poco menos de 1.000 años. Fue también la primera ciudad polaca en sublevarse en contra del régimen soviético en 1956, un levantamiento que fue aplastado severamente por las fuerzas comunistas.
Un símbolo de la ciudad
La Plaza Mayor (Stary Rynek) es el epicentro de Poznan y uno de sus lugares más encantadores. La mayoría de los edificios que dan hacia la plaza fueron reconstruidos tal y como eran antes de la guerra. Destaca el edificio renacentista del Ayuntamiento, uno de sus monumentos más relevantes y donde se lleva a cabo el espectáculo más visto: el choque de los dos cabritos, y símbolos de la ciudad, cada día a las 12:00 en punto.
¿Cómo llegar?
Wizz Air, la aerolínea low-cost más grande de Europa Central y del Este, ofrece vuelos directos a Poznan desde el aeropuerto del Prat en Barcelona, todos los miércoles y domingos, en un vuelo que dura poco menos de 3 horas.
En próximas entradas conoceremos más atractivos de esta ciudad, mientras tanto os dejo con la página de la Oficina Nacional de Turismo de Polonia.
Texto y fotos por: Ricardo Ramírez Gisbert